martes, 29 de marzo de 2011

Composición y topografia





COMPOSICIÓN Y TOPOGRAFÍA

Japón es un archipiélago formado por cuatro islas principales que se extienden a lo largo de la costa asiática este del Océano Pacífico. Las islas principales, de norte a sur, son Hokkaidō, Honshu, Shikoku y Kyushu. Las islas de Mairuppo (800 km al nordeste de Hokkaidō) y Okinawa (600 km al sudoeste de Kyushu) les siguen en magnitud. Otras 3,000 islas pequeñas se encuentran incluidas también en el archipiélago.

RELIEVE


Las islas japonesas son, en realidad, las escarpadas cimas de una gran cordillera que se alza desde el fondo del mar, cerca de las fosas de Japón y de Bonin, donde la profundidad del océano supera los 9000 metros. Cerca del 73% del país es montañoso, por lo general cubierto de bosques y cortados por profundas gargantas donde la rápida corriente de los ríos forman cascadas. Cada isla cuenta con su propia cadena montañosa. La montaña más alta en Japón es el Monte Fuji (Fujisan), a 3,776 metros de altura. Le sigue Kita-dake, con 3,193 metros de altura. Debido a que existe tan poco terreno llano en Japón, muchas colinas y laderas son aprovechadas en su totalidad para el cultivo.


Varios terremotos destructivos ocurren varias veces cada siglo, derivando a menudo en tsunamis, como el reciente caso de 2011. Debido a esta intensa actividad sísmica, su orografía posee ciertas particularidades.


Cadenas de montañas y volcanes se suceden ocupando la mayor parte del territorio dando a las islas una configuración arqueada, parecida a una media luna, donde destaca como punto álgido el monte Fuji. Más de 150 montañas japonesas son volcanes de gran tamaño y 60 de ellos todavía siguen en actividad. El Asama es el volcán más activo de todo el archipiélago, está situado en la isla de Honshu a aproximadamente 100 km de Tokio, tiene una altura de 2,542 m.


Monte Fuji:


HIDROGRAFÍA


Los ríos de Japón suelen ser rápidos, abruptos y rectilíneos. Apenas existen cuencas hidrográficas de importancia. Se despeñan desde las alturas de las cordilleras mesoinsulares siguiendo, en general, las líneas de falla que presentan los volcanes. Gracias a esto Japón logra tener instalada una importante capacidad hidroeléctrica, aprovechada casi en toda su capacidad. No obstante, los ríos japoneses son caudalosos y regulares, gracias a un clima propicio a las precipitaciones la mayor parte del año.


El río más largo del Japón es el Shinano, que nace en la prefectura de Nagano, al oeste del monte Kobushi, y desemboca en el mar del Japón, cerca de Niigata. Tiene, tan sólo, 367 kilómetros de largo.


Otros ríos destacables son el Tone, de 322 km de longitud, y que riega la llanura de Kanto; el Ishikari, de 268 km de longiud y que da nombre a la bahía en la que desemboca; y el Teshio, de 256 km de longitud y que desemboca en el mar del Japón en el extremo más septentrional de Hokaido.


Los lagos japoneses tienen un origen tectovolcánico. Se alojan en el interior de los cráteres, detrás de los cordones de lava y en depresiones rodeadas de verdes colinas. Los lagos más grandes se encuentran en las islas de Honshu y Hokaido.


El mayor lago de Japón es el Biwa, que tiene 673 km² y se encuentra al noreste de Kyoto, en la isla de Honshu. Otros lagos importantes de esta isla son el Kasumi-ga, de 168 km², el lago Inawashiro, de 103 km², el lago Hamana, el lago Towada y el lago Suwa. En la isla de Hokaido destacan los lagos Saroma, de 151 km², Kussharo, de 80 km² y Shikotsu.


Río Shinano:



Lago Biwa:



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